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Diario YA


 

cada marinero que faena en Somalia, cuesta 115.000 euros a cada español

Otro enfoque del caso Alakrana

Miguel Massanet Bosch. Es evidente que la noticia estrella de estos últimos días ha sido la del final feliz del secuestro del pesquero Alakran ( no sé si atreverme a calificarlo de “español” vista la extraña reacción de los familiares vascos de los marineros, que “rechazaron” aceptar el ofrecimiento del ministerio de Defensa de utilizar una avión, fletado por el Ejército, para desplazarse a Puerto Victoria para reunirse con los suyos); no obstante, si es que esperábamos que, con el pago del rescate y la feliz huída de los piratas, incólumes y ricos, hacia su territorio en Somalia –un pequeño pueblo denominado Harardhere de unos 6.000 habitantes – este sainete de baja estofa en que lo ha convertido la política deslavazada y carente de sentido de un Gobierno desbordado por los acontecimientos, lento en reacciones y pusilánime en sus decisiones, se hubiera concluido, es que, todavía, no estamos preparados para afrontar la evidente realidad de que, los componentes de este Ejecutivo del señor Rodríguez Zapatero, no tienen límite en cuanto se trata de trastabillar, errar el tiro, pasar la patata caliente, escurrir el bulto y confundir churras con merinas, en cuanto se han de enfrentar a un problema que los sobrepasa y, ante el cual, son incapaces de reaccionar, atenazados por el miedo escénico ( así podríamos llamarlo), a que una equivocación les pueda representar una pérdida de votos capaz de descabalgarlos de la mamandurria del poder. Lo peor ha sido que no se ha  tratado de una sola errata, sino que ha constituido un verdadero chorro a presión de ellas, capaz de dejarlos en el más absoluto de los ridículos.

Por ejemplo, la señora Chacón, nuestra ministra de Defensa, en su apresuramiento para dar noticias que la favorecieran, ha incurrido en una serie de renuncios que la han dejado, con todos los respetos, en los mismísimos cueros. Habló de tener debidamente controlados a los tres marineros que, supuestamente, habían sido bajados a tierra y, luego, ha resultado que nunca bajaron del barco ¿quién fue que controló a los tres fantasmas de los marinos? ¡Una proeza, seguramente del CIS!. Más tarde dijo, con contundencia, que un helicóptero de la marina había perseguido a los piratas, en su huída hacia la costa,  abriendo fuego contra ellos, sin acertarles. Ni el capitán del Alakrana, ni los piratas ni los peces que nadaban por allí, oyeron el menor sonido de disparos; lo que, si es que tenemos que suponer que nuestros soldados están bien preparados y saben disparar sobre un objetivo tan claro; sólo podemos atribuirlo a meras quimeras de nuestra señora ministra. No obstante, no contenta con sus meteduras de pata, cuando ya todo estaba solucionado y no tenía por qué mentir, hete aquí que la nariz de Pinocho le ha vuelto a crecer cuando, ante un supuesto ataque de los piratas a otros pesquero español en aguas somalíes, se inventó que los piratas habían desistido a causa de la eficiente actuación “disuasoria” de los, recién incorporados, agentes de seguridad privada; otra vez erró, porque el propio capitán del pesquero en cuestión dijo que sólo había sido una persecución de una media hora, iniciada a unas ocho millas de distancia y que ni los piratas pusieron, en ningún momento, el barco en peligro, ni los sabían que el barco estaba protegido ni, por supuesto, los agentes de seguridad habían disparado una sola bala. ¿De dónde saca la señora Chacón estas informaciones? Quizá del señor Moratinos, con quien no parece que se lleven muy bien.

Pero tampoco ha quedado atrás la vice de la Vogue, doña Mª Teresa Fernández de la Vega, que ha vuelto a negar, por enésima vez, que el Gobierno haya pagado rescate cuando, ayer, un alto cargo del gobierno en Somalia daba a entender claramente que el Gobierno había ayudado al Armador. ¡Es difícil que un armador, en tiempos de crisis, pueda, aunque quisiera hacerlo, obtener de la noche a la mañana cuatro millones de euros, cuando todos sabemos lo que cuesta obtener un crédito bancario. Basta ver las noticias que aparecen en la prensa, en las que se resaltan las fiestas que se están sucediendo en la localidad de Harardhere, donde los piratas se han convertido en millonarios y están despilfarrando nuestro dinero comprando coches caros y dilapidando de forma que, el corresponsal de El Mundo en aquella zona, afirma que lo que antes costaba 10 dólares hoy cuesta 100 ¡ una inflación galopante a cuenta de los dólares de nuestros impuestos, alegremente dilapidados por un Gobierno que, lo único que ha sabido hacer para solucionar el conflicto, ha sido pagar!

Pero veamos la cuestión desde otro enfoque. Un interesante artículo aparecido en Libertad Digital, pone el dedo en la llaga al revelar que, cada marinero que faena en Somalia, cuesta 115.000 euros a cada español, en concepto de la protección que se debe dar a los barcos que pescan en aquellos caladeros; o lo que es lo mismo: la friolera de 4’16 millones anuales por buque; lo que resulta una barbaridad si lo comparamos con el beneficio neto que obtiene el armador que se reduce, en el caso del Alakrana, a 1’4 millones. Evidentemente, puede ser una actividad muy remunerativa para los armadores, pero ¿qué pasa con el resto de los españoles que, con nuestros impuestos, tenemos que pagar a los barcos de la armada destinados a las labores de defensa? Sin duda alguna, sería más beneficioso que el Gobierno pagara, a cada marino, su sueldo y dejaran de ir a pescar en aquella zona. Según el señor gerente de Echebaster Fleet, la sociedad propietaria del Alakrana y de otros tres barcos de pesca que también faenan en aguas de Somalia, los beneficios de explotación de la sociedad, en el 2008, experimentaron un incremento del 298 %. Y a mí se me ocurre preguntarme ¿por qué tenemos los españoles que proteger a unos barcos que, voluntariamente, sólo por fines especulativos, se dirigen a aquella zona infestada de piratas?, ¿ a qué viene que España se tenga que gastar cuatro millones ciento sesenta mil euros anuales por barco protegido, para que unos señores armadores estén tranquilos y se forren a costa del resto de contribuyentes a los que, para más INRI, además de sufrir las consecuencias de la crisis, ya se les ha anunciado un importante incremento de los impuestos para el 2010?

Y otra consideración. Esta sociedad seguramente es vasca, como son vascos gran parte de los marinos del Alakrana y, por ello, navegan bajo el pabellón de la ikurriña y, está por ver si enarbolaban también, en lugar preferente, el pabellón español o reposaba en uno de los cajones del puente de mando. ¿Qué ha pasado para que las familias se negaran a volar en un avión del Ejército español?, ¿es que los barcos de guerra españoles son buenos para protegerlos pero los españoles no somos buenos para ellos? Debieran nuestra autoridades aclararnos el por qué los vascos no pagan de sus bolsillos esta protección que se les dispensa ya que, como es sabido de todos, son los que menos impuestos pagan de toda España. Pasa como en Catalunya, que despotrican de España y de los españolas, pero a la hora de hacer un Estatut que los beneficie o, en el momento de favorecerse del reparto de las ayudas del Estado a las comunidades, se ponen en primera fila para tender la mano de pedigüeños. Creo que ha llegado la hora de dejar claro, a todos los que se niegan a ser españoles, que los que sí lo somos y amamos a España no debemos de hacernos cargo de sus problemas y, por añadidura, hacer de paganos para que los privilegiados se hagan ricos a costa de nuestro peculio.