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Diario YA


 

Trump busca una nueva guerra para ganar las elecciones

José Luis Orella
Donald Trump busca una nueva guerra para dinamizar la economía y controlar la región del próximo oriente, traicionando a sus votantes, que le votaron para evitar a la intervencionista Hillary Clinton que anunciaba la guerra abierta contra Irán. El presidente republicano favorable al aislacionismo, vuelve a reclamar una posición de fuerza, como ya sucedió con  George Bush (hijo) quien subió prometiendo una política para los americanos y se encontró con el 11 –S en una escalada que acabó con la invasión de Irak. Ahora nos encontramos que cuando el Daesh ha perdido a su líder supremo por una intervención especial estadounidense, pero después de haber sido aplastadas sus fuerzas por la masiva llegada de milicianos chiitas, organizados por el general Soleimani.
El general Qassem Soleimani, Comandante de las Fuerzas Qods, la unidad élite del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán (CGRI), asesinado ayer por petición del presidente estadounidense, era el responsable de las operaciones fuera de las fronteras de Irán. Su carisma le había convertido en una figura importante en el régimen, y uno de los hombres de máxima confianza del Líder Supremo de Irán Ali Jamenei. Su actividad discreta fue responsable del ascenso geoestratégico de Irán en la región, al situarse como principal apoyo del gobierno iraki, derrotando al Daesh, y respaldando hasta las últimas consecuencias al gobierno de Damasco, salvándolo de su hundimiento, junto a la aviación rusa. Su persona ya conocida era divulgada propagandísticamente como un héroe que podía proyectarse como candidato del ala más radical a la presidencia de la República islámica. 
Su asesinato no dejará de ser celebrado por Israel y Arabia saudí, pero no es el asesinato de un terrorista, es a eliminación de un general de las fuerzas armadas iraníes, y la provocación sufrida y los bombardeos continuos de las milicias chiíes en Irak, sólo busca la declaración de guerra de Irán, sabiendo que la diferencia entre ambos países es tan abismal, que el aniquilamiento del país se da por seguro. Es una gran tristeza que EEUU necesite dinamizar su economía destruyendo un país después de otro en el próximo oriente, y su presidente una campaña militar para ganar unas elecciones con olor a pólvora. Tendremos que recordar las palabras de Juan Pablo II cuando de forma clarividente se opuso a la guerra contra Irak.