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Diario YA


 

(14 diciembre)

SAN JUAN DE LA CRUZ, POETA DE LA NAVIDAD

Fidel García Martínez. San Juan de la Cruz está muy unido no sólo con la Comunidad de Castilla y León, sino también con Castilla la Mancha:  Toledo  en donde en dura prisión del Carmen Calzado compuso y memorizó los versos únicos del Cántico Espiritual, (según algunos autores), sino también con Guadalajara,  Pastrana  donde tuvo un protagonismo fundamental en la reforma de la frailes carmelitas descalzos y donde Santa Teresa se enfrentó con la Princesa de Éboli, Ana Mendoza, mujer víctima de una leyenda negra tan inconsistente  como manipulada. San  Juan de la Cruz celebraba la Navidad  con alegría total, incluso bailaba  con un Niño Jesús en sus brazos, cantando: si amores me han de matar agora tengan lugar. Para celebrar  el misterio de la Navidad-Encarnación del Hijo de Dios, en las virginales entrañas de Santa María, compuso unos romances de gran contenido teológico, que, sin embargo, han sido infravalorados injustamente con el pretexto de que no están altura de sus grandes poemas como el Cántico Espiritual, Llama  de amor viva o Noche. Dentro de los romances de la Navidad destaca el del NACIMIENTO, centrado en una alegoría matrimonial, por la que el Verbo encarnado asume la naturaleza humana, como un esposa, que aporta como joyas, las  lágrimas:


//Ya que era llegado el tiempo/en que de nacer había/ así como desposado/ de su tálamo salía/ abrazado con su esposa/ que en su brazos la traía/ al cual la graciosa Madre/ en un pesebre ponía/ entre unos animales/ que a la sazón allí había/ los hombres decían cantares/ los ángeles melodía/ festejando el desposorio/ que entre tales dos había/  pero Dios en el pesebre/ allí lloraba y gemía/que eran joyas que la esposa/ al desposorio traía/ y la Madre estaba en pasmo/ de que tal truque veía/ el llanto del hombre en Dios/ y en el hombre la alegría/  lo cual del uno y del otro/ tan ajeno ser solía//