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Diario YA


 

SERGUEY OBOZNOV, AGREGADO DE PRENSA DE LA EMBAJADA DE RUSIA EN ESPAÑA.

"Imagine qué hubiese ocurrido si Georgia hubiese pertenecido a la OTAN en los días del conflicto"


J. M. Pozuelo. 26 de septiembre.

 

Otro punto crucial en toda la historia es el de la pretensión de algunas ex repúblicas soviéticas de hacer su ingreso en la OTAN. Lo primero que querríamos saber es si existe algún tipo de legislación en el momento del desmembramiento de la URSS que impida el ingreso en la Alianza Atlántica de estos países.

 

Rotundamente, no. No existe ninguna norma legal que impida  la incorporación a ningún bloque, lo que prueba, una vez más, que nosotros nunca hemos cuestionado la libertad de los pueblos y de las ex repúblicas soviéticas de elegir libremente su futuro. Solamente en la legislación ucraniana, me parece, existe una cláusula, un capítulo sobre status neutral y fuera de bloques; pero no soy especialista en derecho. Aunque  me parece que así es en Ucrania, y me parece razonable. Sin embargo, tenemos derecho a opinar sobre las consecuencias de tal o cuál paso de un país que pertenecía a la Unión Soviética, que estaba muy integrado desde el punto de vista económico, social y humano, en relación a su ingreso en la OTAN. Por lo que hemos visto, la política de bloques que perduró durante gran parte del siglo XX no tiene sentido en el siglo XXI, y no vemos ninguna razón positiva  de la ampliación de la OTAN hacia el este porque no resuelve ningún problema de seguridad, no hace a nadie más fuerte y aproxima una perspectiva nefasta para todo el espacio euroatlántico. Imagine qué hubiese ocurrido si Georgia hubiese pertenecido a la OTAN en los días del conflicto. Rusia, lo ha dicho el presidente Medvedev, hubiese reaccionado igual y se hubiese puesto en marcha el capítulo V del Tratado del Atlántico y tendríamos una guerra mundial por el capricho de Saakashvili. Por eso, claro que cada república es libre para elegir su futuro, pero no se puede conseguir la seguridad para sí en detrimento o a costa de la seguridad de otros estados. A la vista de los procesos mencionados, de la pretensión de arrastrar a Georgia y a Ucrania (en el caso de Ucrania en contra de la opinión pública) a formar parte de la OTAN, nos vemos obligados a tomar medidas, sobre todo de carácter diplomático pero, si no sirven, de carácter técnico-militar. Y yo creo que esto no va a favor de los intereses de nadie y por eso hemos preferido muchas veces pararnos, tranquilizarnos y analizar a dónde vamos, y tomar medidas para construir un nuevo sistema de cooperación euro-atlántica de seguridad donde el derecho internacional prevalezca para todos y donde existan mecanismos que garanticen una seguridad indivisible para todos.

 

¿Cómo se ve en estos momentos desde Moscú el futuro de la relación con la OTAN después de unos años de cooperación y entendimiento?

 

Es difícil. Primero la OTAN respaldó al agresor y después habló de llevar a cabo una serie de medidas de presión sobre Rusia. No hemos oído ninguna palabra de compasión con las víctimas inocentes por parte de los dirigentes de la OTAN. La declaración de la OTAN nos sorprendió porque ni siquiera fue mencionado el hecho de la agresión georgiana, un hecho innegable. Claro que es lamentable que la OTAN haya decidido suspender algunos programas de cooperación del consejo Rusia-OTAN. Si la OTAN optó por la tensión hablando de un rearme de este régimen, reuniéndose en Tiblisi, haciendo gestos molestos hacia Rusia…bueno, eso significa que vamos a revisar seriamente en algún momento nuestras prioridades y que no vamos a callar más el peligro que tiene tal enfoque de la cuestión y la política promovida por la OTAN para nuestra seguridad y para la seguridad euroatlántica. Pero, hasta el momento presente, tenemos algunos programas de cooperación con la OTAN, sobre todo en Afganistán, que no están suspendidas. Lo que pasa es que no podemos observar por más tiempo cómo se llevan a cabo unas dobles agendas, agendas ocultas; colaborar ahí donde les convenga y por otra parte cercar militarmente a Rusia. Los dirigentes rusos han repetido insistentemente que nuestra intención es seguir colaborando. Pero si en Bruselas optan por lo contrario... Bueno, vamos a vivir con eso.

 

¿Y cómo se interpreta el hecho de que desde la Organización Atlántica se haya tratado de dinamitar el plan Medvedev-Sarkozy, diciendo que dicho plan, firmado por las partes en conflicto, es inaceptable?

 

Mire, nosotros cumplimos escrupulosamente los puntos del plan Medvedev-Sarkozy y seguimos considerando a la UE como socio muy importante. Partimos del hecho de que los líderes europeos son conscientes de la responsabilidad que tienen ambas partes, sobre todo la UE como garante de no agresión a Osetia, porque con la llegada de los observadores a esa franja de seguridad, ellos asumen la responsabilidad de garantizar que no se repita la agresión de Georgia  contra Osetia. La UE y la OTAN deberían plantearse si quieren establecer un orden mundial digno del siglo XXI o prefieren, no ya establecerlo en términos del siglo XX y “Guerra Fría”, sino en los términos del XIX, del “Gran Juego” entre los imperios ruso y británico. Nosotros preferimos no anclarnos en el pasado y mirar hacia el futuro.

 

Hablemos ahora de las pretensiones de EEUU de establecer en suelo europeo un escudo antimisiles, según dicen los ideólogos del proyecto, para defender Europa de un posible ataque nuclear iraní. ¿Miente EEUU en los objetivos que persigue?

 

No usaría la palabra “mentir”. De todas formas, estas afirmaciones no nos han convencido y pensamos que este sistema va dirigido contra nosotros, contra Rusia. ¿Por qué si no los EEUU no han aceptado nuestra propuesta militar de utilizar conjuntamente un radar que explotamos nosotros en el territorio de Azerbaián, en Gabalá. Sería una medida que evitaría la instalación del escudo en Polonia y República Checa y resolvería las preocupaciones de la comunidad internacional, de Europa, de Occidente respecto al programa nuclear iraní. Por fin nuestra propuesta de buena voluntad ha sido revocada por los EEUU. El más mínimo análisis, el análisis más serio de parte de nuestros expertos militares dice que tal paso, la instalación del escudo antimisiles, va dirigido contra nuestro potencial nuclear y es un paso muy peligroso que no quedará sin respuesta.

 

Finalmente, Sr. Oboznov, ¿Podría darnos un avance de las medidas en el campo diplomático a las que podremos asistir en los próximos meses?

 

Bien, yo no soy adivino y no daría vaticinios. Respecto al escudo antimisiles, nuestra posición es muy coherente y hasta ahora se trataba de una discusión en términos diplomáticos. Pero ahora, cuando es evidente que todos nuestros intentos de convencer, de persuadir a nuestros socios hasta la fecha han fracasado, no nos queda más remedio que emplear los métodos de otra índole. Se trata de adoptar las medidas de respuesta para neutralizar el peligro de estos objetos (misiles) en Polonia y República Checa. ¿Cuáles serán las medidas? A lo mejor es prematuro hablar de ellas. Hace poco, nuestro ministro de Exteriores, Serguei Lavrov, fue preguntado por esto mismo en su última visita a Polonia, a Varsovia, y contestó: “Bueno... no querrán que yo les desvele todos los secretos de nuestro Estado Mayor”. Lo que sí es cierto es que es una cosa más que seria. Se trata del despliegue de un elemento de contención estratégico en el lugar más próximo a nuestras fronteras. Si no me falla la memoria, uno de los radares  permanecerá a tan sólo 30 kilómetros del territorio de Bielorusia, un estado amigo con el que estamos construyendo un estado único, la Unión Rusia-Bielorusia. Claro que podría ser motivo o causa de unas tensiones y del desarrollo de acontecimientos peligrosos para toda Europa si no paramos y nos incorporamos a un proceso de diálogo justo, honesto y en pie de igualdad. Porque el unilateralismo en cuestiones mundiales ya ha demostrado su inviabilidad absoluta y lo peor es que ha costado la vida a miles de personas, teniendo presente a las víctimas inocentes en Irak, en Afganistán, en los lugares en los que las medidas tomadas, y que se nos presentaban como las de seguridad, estabilidad, democracia o búsqueda de armas de destrucción masiva, no han hecho más que empeorar la situación y dar más fuerza y aliento a las fuerzas desestabilizadoras y, lamentablemente, es una tendencia que va a perdurar si no volvemos a debatir los asuntos de seguridad en pie de igualdad y sin agendas ocultas.

 

Sr. Oboznov, Agregado de Prensa de la Embajada de Rusia en España, muchas gracias por conceder a diarioya.es esta entrevista.

 

Gracias a ustedes por darme esta oportunidad para expresarme, que en la situación mediática actual no es poco. En los medios de comunicación españoles aparecen últimamente artículos más razonables respecto al tema de Rusia, al tema del Cáucaso, que al principio del conflicto e incluso abordan nuestra iniciativa de la cumbre paneuropea de firma de un tratado de seguridad europeo con la participación de todas las naciones de Europa. Porque tal enfoque es imprescindible para que vivamos un siglo XXI digno para la humanidad.

 

 

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