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Diario YA


 

El mejor análisis deportivo, los miércoles, con Fernando Ballesteros

Felicidades, Zapatones

No me puedo resistir a la tentación de iniciar esta andadura en el felizmente renacido Diario Ya, hablando de la figura de Luis Aragonés. Del ahora respetado gestor de este grupo que nos ha hecho felices durante tres semanas y de las moralejas que todo lo que ha sucedido en esta Eurocopa nos debería dejar.
 
En mi modestia, siempre he defendido al "sabio de Hortaleza" pero hoy, con miles de palmadas en su espalda, es inevitable pensar en lo mal que lo ha debido pasar este hombre. Durante el último año y medio se le ha faltado al respeto y desde algunos sectores de los medios de comunicación se le ha insultado. Uno se queda con las ganas de poder darle un abrazo y decirle en nombre de todos que lo siento, que no se ha sido justo con él. Da igual Mister, no se lo he podido decir a la cara pero por lo menos se lo escribo.
 
Ahora, cuando ya es una realidad que se marcha, todo son buenas palabras. Ahora se pide su continuidad. Unos, sus chicos, lo hacen con sinceridad y emocionándonos pero otros lo hacen de una forma que les debería avergonzar. No, señores, ahora es tarde. Ahora deberían tener la decencia de pedirle disculpas y callarse.
 
Pero estos son hechos consumados. Vale, con Luis se han pasado pero no echemos en saco roto las enseñanzas que nos deja la experiencia. Y más que nada lo digo porque al banquillo nacional  va a llegar Vicente del Bosque, otro caballero de fútbol. Al salmantino no le hizo mella ni su paso por la silla eléctrica del banquillo blanco del que salió con el reconocimiento de todos, pero la dirección de la selección nacional es otra historia. De aquí nadie sale sin heridas de consideración.
 
Y es que todavía no ha sido presentado y ya hay quien le está protestando a Vicente. Y que no le extrañe a nadie que los mismos que cargaron contra Luis por no llevar a Raúl, lo hagan ahora contra el nuevo seleccionador si decide repescar al 7 madridista  para la causa de la roja.
 
Tanta injusticia, tantas palabras que muchos se han tenido que tragar con el paso del tiempo y la llegada de los éxitos,  nos deberían servir para reflexionar, sobre todo a los que opinamos tanto de fútbol,  para, por lo menos, no juzgar antes de tiempo, para esperar a que el trabajo esté realizado.
 
A todo esto, Luis se va a Turquía. Me alegro por él: allí le han valorado y él va a firmar su último contrato que, seguramente, va a ser el más cuatioso de su carrera. Pero, sobre todo, me alegro por los seguidores del Fenerbahce que van a disfrutar de un pedazo de entrenador y de un hombre del que se decía que sólo le fallaban las formas.
 
Craso error, Luis con su serenidad y con esa actitud caballerosa en la que ha preferido no pasar ninguna factura cuando podía haberlo hecho, ha demostrado también unos modelos casi versallecos. Nunca es tarde. Enhorabuena y gracias, Zapatones.

 

Etiquetas:Eurocopafútbol