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Diario YA


 

EL JEFE arrasa SANTIAGO DE COMPOSTELA

Bruce Springsteen y ¡Olé!

Norberto de la Mata. 2 de agosto. Bruce Springsteen actuó este sábado 1 de agosto en el estadio Nuevo José Zorrilla de Valladolid. Tras su exitoso paso por Bilbao, Sevilla, y Benidorm, el artista estadounidense volvió a meterse al público en el bolsillo, algo que consiguió con los primeros compases de un concierto que sería, como siempre, histórico. Este domingo, “The Boss” concluye en Santiago de Compostela su parada en España y su gira europea, en la que ha presentado “Working On A Dream”, su último trabajo discográfico.

Los más grandes nunca dejan de sorprender, se reinventan cada día. Hay artistas, como Springsteen, que se muestran, pese al paso de los años, seductores, que consiguen hacer experimentar sensaciones inexplicables, en definitiva, que encandilan. El de Nueva Jersey lo logra con su poderío, desplegando una incomparable entrega y fuerza sobre el escenario, que hacen que el público no pueda sino rendirse ante sus exhibiciones de tres horas.
 
Una vez más, como viene siendo costumbre en esta gira por España, el show arrancó con una pieza muy enraizada en la ciudad que visita. Después de “Desde Santurce a Bilbao”, de “Sevilla tiene un color especial” y de “Pajaritos”, se ganó al respetable con el tradicional “España cañí”, un tradicional pasodoble que dejaba perplejo a un público que sabía que, pese a ello, iba a disfrutar de la más pura esencia rockera.
 
Pasaban apenas veinte minutos de las nueve de la noche, una noche que se presagiaba histórica para muchos de los asistentes. Con un porte juvenil pero elegante, y acompañado por Clarence Clemons, “El Jefe” se aproximaba al centro del escenario, saludaba al respetable, y empezaba con su clásico “Badlands”. La sucesión de canciones encendían al público. “No Surrender”, “Night” y “Hungry Heart”, animosas y alegres, le permitían dominar el escenario, bien secundado, eso sí, por una instrumentación magnífica.
 
La edad pasa para todos, y entonces, Bruce buscó un poco de intimidad y recogimiento, con canciones igualmente contundentes, pero más relajadas. “Outlaw Pete”, “Spirit In The Night” y “Working On A Dream” eran un paréntesis previo a una secuencia más guitarrera y rockabilly. En un idioma español forzado, Bruce decía: “Esta noche lo vamos a romper todo, con música, con espíritu, con ruido. Nosotros ponemos la música, vosotros ponéis mucho ruido”. Entonces, todos gritaron como posesos ante lo que era una declaración de intenciones. En ese ambiente de locura general, llegaron “Seeds” y “Johnny 99”, en las que Nils Lofgren Y Steve Van Zandt se mostraban apabullantes a las seis cuerdas. “Trapped”, original de Jimmy Cliff, era uno de los instantes culminantes de la noche.
 
Llegaba el momento de las peticiones populares. Con “Raise Your Hand” de fondo, Springsteen se dedicaba a recoger pancartas en las que se podía leer los títulos de distintas canciones. La que más le sorprendió fue la que decía en inglés “No tienes… para tocar Great Balls Of Fire”. Dicho y hecho. El que le retó perdió, porque hizo una magnífica interpretación del incombustible clásico de Jerry Lee Lewis.  
 
Nuevas peticiones dieron continuidad al show. “Something In The Night” le había llegado en un sobre con remite “All Spain”, mientras que “Surprise, Surprise” fue su regalo para una niña que cumplía 14 años. Su contagiosa alegría fue el aperitivo para la enérgica “My Love Will Not Let You Down” y la positiva “Waiting On A Sunny Day”, en la que los más pequeños cantaban al micro. Le siguieron piezas exitosas, como el clásico “The Promised Land” y la reciente “Girls In Their Summer Clothes” -premio Grammy a la mejor canción de rock en 2008-, en la que buscaba la complicidad de esas chicas con su ropa de verano (difícil cuando el tiempo ya empezaba a refrescar).
 
También tuvo tiempo para rescatar piezas de temática más patriota. “American Skin”, “Lonesome Day” y “The Rising” dieron paso a su pieza más mítica: “Born To Run”, con todo el estadio iluminado, parecía ser la despedida perfecta para un concierto sensacional. Al final de la pieza, se juntó con su E Street Band al frente del escenario en lo que daría paso al último tramo del espectáculo.
 
“Seven Nights To Rock”, sonido clásico de Rock’n’Roll, animaba a los más de 30.000 asistentes que, tras mover las caderas con soltura, se entregaban a saltar al son de “American Land”.  Todavía quedaban joyas por rescatar y tuvo que abrir su baúl para sacarlas de su álbum más exitoso. “Bobby Jean” y “Dancing In The Dark”, de “Born In The USA”, sonaron con la habitual frescura que acompaña a Springsteen, quien tenía reservada su típica versión del clásico “Twist and Shout”, popularizado por los Isley Brothers y los Beatles, que, ahora sí, concluía la sesión, con una sorprendente mezcla de “La Bamba”.
 
El público pedía más, estaba emocionado, echaba en falta algo, quizá algunas de sus canciones preferidas. Sin embargo, “El Jefe” se confirmó como tal, se comportó como un titán, amistoso como siempre, entusiasta como acostumbra. Su actitud sobre el escenario fue irreprochable, se comportó como un “corazón hambriento”.
 
SET LIST
 
Badlands
No Surrender
Night
Hungry Heart
Outlaw Pete

Spirit In The Night

Working On A Dream

Seeds
Johnny 99
Trapped

Raise Your Hand

Great Balls of Fire

Something In The Night

Surprise Surprise

My Love Will Not Let You Down

Waiting On A Sunny Day

The Promised Land

Girls In Their Summer Clothes

American Skin

Lonesome Day
The Rising
Born To Run
 

Seven Nights To Rock

American Land

Bobby Jean

Dancing In The Dark

Twist & Shout 

Etiquetas:música