En los últimos años, internet y las nuevas tecnologías han revolucionado la forma de disfrutar del ocio. Nuevas aplicaciones, así como la implementación de herramientas online, han permitido realizar ciertas acciones que hasta el momento resultaban un tanto complicadas y en muchos casos engorrosas para la mayoría de los usuarios. Un ejemplo de ello es la descarga de música y de vídeos online. Acciones que aún hoy en día, en plena época del incremento de la velocidad de las conexiones a internet, siguen siendo bastante habituales y populares entre todos los usuarios.
Una de las formas más utilizadas por miles de usuarios de internet para poder descargar este contenido es mediante herramientas para descargar videos online que hay disponibles en diferentes sitios web. Herramientas y aplicaciones perfectamente diseñadas para extraer los archivos y generar un archivo descargable, que por lo general suelen ser los formatos de vídeo y audio más compatibles, que faciliten poder reproducirlos y compartirlos por las redes sociales cómodamente.

¿Qué legalidad se aplica a la hora de descargar vídeos online?
Una de las grandes dudas que aparecen a la hora de realizar descargas en internet de cualquier tipo de contenido -especialmente vídeos- están relacionadas con su legalidad. La norma general que se aplica “exceptuando contenido propio” es que no es legal descargar ningún tipo de contenido online, como vídeos o música, de las principales plataformas que hay actualmente, sin su consentimiento explícito, como YouTube, Facebook o Instagram.
Sin embargo, una vez comentado ése punto, en la práctica la doctrina legal que se aplica en la mayor parte de los países con respecto a este contenido online, es que es posible descargar vídeos de internet sin problemas, siempre que se realice con fines exclusivamente de uso personal,  es decir, que solo para disfrute individual de cada usuario, sin posibilidad de lucrarse con él. La mayoría de los usuarios descargan a su ordenador o smartphones los vídeos online de internet, para poder disfrutarlos en cualquier momento que ellos quieran, sin mercadear con ellos.
Los vídeos online que se descargan de internet pueden ser convertidos al formato que un usuario desee, siempre que no tenga fines lucrativos. Muchas personas tienen por costumbre descargar vídeos online, para a continuación almacenarlos en el ordenador o en un disco duro. Incluso este contenido es factible de ser subido a las principales redes sociales para compartirlo con los contactos y amistades, siempre que no se pretenda monetizar u obtener ningún tipo de beneficio de él. 

No es posible realizar ningún tipo de negocio con los vídeos online descargados
Atendiendo a lo ya comentado, salvo que el contenido sea de creación propia y esté debidamente documentado y legitimado, los vídeos online y la música descargada no puede utilizarse para obtener ningún tipo de beneficio económico. Así por ejemplo, la gran cantidad de vídeos y películas que se pueden ver en algunos portales de streaming y que se lucran de ello, solo pueden ofrecer el contenido si cuentan con los permisos y las licencias necesarias de sus creadores para su distribución y visionado.