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Diario YA


 

DE AYER A HOY

Prohibida la blasfemia y la palabra soez

Manuel Parra Celaya. Si otrora en los tranvías campeaba el rótulo Prohibida la blasfemia y la palabra soez, ahora, en determinados Consistorios podemitas, podría figurar este otro: Se premia la blasfemia y la palabra soez. El último en otorgar un galardón en esta modalidad de la cutrez más absoluta, de la carencia de ingenio y de gratuito insulto a los católicos ha sido el Ayuntamiento de Barcelona, virreinato de Ada Colau, como ya saben ustedes, por lo que no me voy a extender en los sucios detalles del hecho.

por ser el responsable de un partido legal: fE-jons

INTERDICTOS: El ruin chantaje de un convenio

Manuel Parra Celaya. En el municipio de Cájar, en Granada, se ha producido un caso de interdicto, concretamente en la persona de D. Fernando García (al que no tengo el gusto de conocer), que era director de la Escuela Deportiva para la Integración Intercultural Perica; dijo era, ya que se ha visto obligado a dimitir, por medio del ruin chantaje de no ser renovado el convenio que esta escuela tenía con la Junta de Andalucía y con la Diputación de Granada. El motivo no hay que buscarlo en sospechas sobre la integridad sexual o económica del dimitido director, sino por la evidencia de ser el responsable en la Andalucía Oriental de un partido legal, concretamente Falange Española de las JONS.

El pacifismo actual inculcado a los niños tiene, además, otras consecuencias; no evita, en modo alguno, la agresividad en la edad adulta

Y, además, moralina…

Manuel Parra. Mucho se ha escrito a estas alturas sobre las aberrantes ridiculeces con las que los Ayuntamientos regidos por los llamados progresistas han querido sustituir las antaño majestuosas cabalgatas de los Reyes Magos, y mejores plumas que las mías han cubierto las crónicas –entre el enfado y el cachondeo- de lo ocurrido en Madrid o Valencia, por ejemplo.

SOBREMESAS COMPLICADAS

¿Navidad? La festividad laica del Solsticio de Invierno

Manuel Parra Celaya. Este año vamos a tener posibilidad de disponer, si Dios no lo remedia, de abundantes y sabrosos temas de conversación en las sobremesas navideñas. Nada de villancicos, por supuesto, que por algo se está decretando poco a poco la festividad laica del Solsticio de Invierno; en la escena, en consecuencia, puede figurar algún paisaje con corcho y río de papel de aluminio, pero sin Portal, Nacimiento ni Reyes Magos; nada de ofrecer la oportunidad al niño repipi de declamar su verso y recibir unas monedas a modo de aguinaldo; nada de soportar con ecuanimidad las ocurrencias del cuñado gracioso que lleva una copa de más.

DEFINICIONES ARTIFICIOSAS

El lenguaje de los políticos predetermina el de los periodistas... ¿O es al revés?

Manuel Parra Celya. No sé si  ; lo evidente es que los medios martillean continuamente con una expresión hasta que todos los ciudadanos, velis nolis, la adoptan. Posiblemente, todo sea una estrategia de la ingeniería social, que practica la técnica del Sr. Paulov con su perrito de marras.

alcaldesa de Barcelona, ante el tema prioritario para la Ciudad Condal de personarse en la denuncia de los “crímenes del franquismo” contra Mussolini y Franco

Ada Colau y el 20 de Noviembre: Escupir a la historia

Manuel Parra Celaya. Ha pasado otro 20 de noviembre. Como de costumbre, los escupitajos a la historia han sido la tónica general, entre ellos, la brillante iniciativa progresista de doña Ana Colau, alcaldesa de Barcelona, ante el tema prioritario para la Ciudad Condal de personarse en la denuncia de los “crímenes del franquismo” contra Mussolini y Franco, por los bombardeos de aquella guerra civil que tuvo lugar hace setenta y nueve años. Dejando de lado a la señora Colau (con perdón por la descortesía), resulta que en el día 20 de noviembre tuvieron lugar las muertes de tres españoles de esos que figurarán, velis nolis, en los libros de historia, cosa que seguramente no ocurrirá con mi alcaldesa: José Antonio Primo de Rivera, Buenaventura Durruti y Francisco Franco.

Sobre bustos y nueva Memoria Histórica

Manuel Parra Celaya. Orillando lo que de sintomático y nada sorprendente pueda tener la actitud de la señora Colau (en cuya toma de posesión menudearon los saludos puño en alto y los insultos a las autoridades militares presentes), podemos enlazar esta lamentable anécdota con el desprecio que sentimos los españoles por nuestra historia, cuando no odio, producto de su desconocimiento muchas veces o de un fanatismo pasional convenientemente azuzado.

el virus de la disgregación

Separatimso catalán: Argumentaciones y fundamentos

Manuel Parra Celaya. Si  preguntamos a los separatistas (catalanes o de cualquier otro lugar de España donde esté propagado el virus de la disgregación) por sus razones, esgrimirán, a buen seguro, una batería de agravios de tres naturalezas: sentimentales, históricas y económicas. Entre las primeras, están los hechos diferenciales, propios de todos los pueblos, comarcas y regiones más o menos extensas de la Tierra; descartada la raza como factor determinante (especialmente a raíz de la 2ªGM), queda la lengua como sucedáneo de la anterior y como totem indiscutible.

le pican las pulgas de la pelliza de Viriato, en deliciosa metáfora de don Eugenio d´Ors

Entre Viriato y Carlos V

Manuel Parra Celaya. Uno no puede evitar ciertas simpatías ante la actitud gallarda y levantisca de los ciudadanos griegos que se han opuesto a las exigencias de Bruselas, del BCE y del FMI; de perdidos al río, pero orgullosamente griegos, parecen haber dicho, auspiciados desde Syriza y desde Amanecer Dorado, con corralito y todo… Y ustedes me dirán a qué viene esta simpatía: sencillamente, a fuer de íbero redivivo, al que, de vez en cuando, le pican las pulgas de la pelliza de Viriato, en deliciosa metáfora de don Eugenio d´Ors.

El temor a lo grotesco

Manuel Parra Celaya. He de reconocer que, de muy pequeñito, me causaban temor los cabezudos y dragones de nuestras fiestas populares; quizás era que veía en ellos algo desaforado y horripilante; como casi todos los niños, temía que del armario o de debajo de la cama me surgieran de noche, espeluznantes adefesios, tales como los de la deliciosa película Monstruos SA, los cuales, sin embargo, tienen su corazoncito y se alimentan del miedo como energía vital.