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Diario YA


 

La reciente gira de Agustín Laje y Nicolás Márquez por España ha ratificado el éxito de su ensayo El libro Negro de la Nueva izquierda, cuya desapasionada lectura recomendamos encarecidamente

Dos politólogos argentinos desenmascaran a la Nueva izquierda

José Antonio Bielsa Arbiol. La publicación en 2016 del demoledor ensayo El libro Negro de la Nueva izquierda. Ideología de género o subversión cultural, obra de los politólogos argentinos Agustín Laje (n. 1989) y Nicolás Márquez (n. 1975), ha supuesto un soplo de aire fresco en medio de la indigesta marea bibliográfica de nuestros días, donde la irrupción de un libro de estas características puede considerarse toda una rara avis.

Definir “Europa”… 15 años después (2003-2018)

José Antonio Bielsa Arbiol. En el preámbulo del inquietante borrador de la Constitución Europea, llamado Proyecto de Tratado por el que se instituye una Constitución para Europa (“adoptado por consenso [sic] por la Convención Europea los días 13 de junio y 10 de julio de 2003”), los prepotentes cocineros del mismo, en un dechado de desleimiento histórico sin parangón, decidieron tomarse la licencia de apelar al buen nombre del historiador griego pagano Tucídides, arrojando sobre el papel una cita de éste sacada de contexto: “Nuestra Constitución… se llama democracia porque el poder no está en manos de unos pocos sino de la mayoría”.

El cine legítimo, para qué engañarnos, murió hace tiempo, posiblemente en la década de 1980, cuando los últimos maestros entregaban sus grandes obras postreras

El cine degenerado: un peligro social

José Antonio Bielsa Arbiol. ¿Es usted uno de esos consumidores que acuden con la masa indiferenciada los fines de semana a las multisalas de cine para deglutir el engendro del mes? ¿O acaso se conforma con ver de tarde en tarde alguna peliculita por la caja tonta, tragando de paso cuanto anuncio le cuelen durante la emisión? ¿Tal vez rezuma esa simpática cinefilia que sólo logra aliviar en las polvorientas salas de las filmotecas del Reino? ¿O entre el cúmulo de desperdicios que le rodean, y ante el cierre de su videoclub habitual, ha tenido que ingeniárselas para conformar su propia videoteca personal? Preguntas prosaicas las aquí expuestas, que merecen sin embargo una pequeña reflexión.